1 jul 2009

Asi se publico en DOS MARES semanario que dirige Victor Villavicencio

El voto esta temblando. Tiene miedo a que, por obra y magia de la democracia lo desaparezcan o lo pongan en un lugar en donde el ciudadano no quería.

Aunque ahora es menos siguen existiendo los “mapaches” que son expertos en sacar votos de una urna y meterlos en otra. Generalmente, donde no corresponde.

Pero yo prefiero votar a malgastar mi voto en blanco o cruzar la boleta. Con eso no gano nada y pierdo el derecho a reclamar a los diputados que no cumplen.

Tampoco estoy de acuerdo en que los diputados firmen compromisos ante Notario Público. Si son vaquetones no respetaran su palabra.

El que es hombrecito honra su palabra aunque no firme ningún documento. Aunque no lo crea, todavía hay esa clase de politos ya en peligro de extinción.

Épocas hubo en que el voto no contaba. No valía. No importaba. Pero ahora debe valer, contar e importar. Vote. No se deje.

Dichosos los plurinominales que no gastan, no caminan, no conviven con el pueblo, no votan por ellos, pero ganan. Ganan la elección y un friego de dinero.

Hay candidatos, en cambio, que han pedido el voto por diferentes partidos. Y es que cambian como cambiar de calcetines. Por ellos, no vale la pena votar.

Algún día, cuando se apruebe la revocación de mandato, el pueblo podrá votar para que algunos de esos diputados y funcionarios públicos, vayan al bote. ¿Ve alguno ahora?

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