Agapito Duarte, el presidente uterino del PRI habla como habla no por ser uterino, sino porque tiene una voz muy varonil.
Argentina, le dio a América Latina al “Che” Guevara, símbolo de la lucha social. Santa Rosalía le dio al mundo al “Che” Güevara.
Perdida la esperanza de un buen gobierno de Rosa Delia, ya quitaron “el teléfono de la esperanza” en el ayuntamiento de La Paz.
El teléfono, se supone, era por si alguien se quería suicidar. Recibía estímulos emocionales para frustrar el intento. Pero ni modo. No hay esperanza.
El Parque Jurasico del tricolor se apresta a tomar por asalto la dirigencia estatal. Solamente los Bebesaurios lo pueden impedir.
Eso de la bursátilización, no es más que una burdautilización de los dineros del pueblo a favor de los intereses políticos de los perredistas. Es decir, una burrada.
Después del infame papel de Germencito Martínez, el pueblo dice: “es PRI nuestro de cada día”, en lugar del “el PAN nuestro de cada día”.
Aunque, en realidad, el pueblo dice, todos los días, por la guerra contra el narco, “el muerto nuestro de cada día” o “los muertos nuestros de cada día”.
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