22 ene 2010

Política en su tinta


Las ventas

Los primos negados, Leonel Cota y Narciso Agúndez, tienen algo en la sangre que los hace que se parezcan aun más y que tengan mucho en común: la venta de "garage" de los inmuebles propiedad de los sudcalifornianos. En el nefasto sexenio de Leonel se subastaron un buen número de propiedades, como los terrenos de la ex-base aérea, los terrenos aledaños al Caimancito y, la fresa del pastel, los predios del Mogote que se "regalaron" a la irrisoria suma de diez pesos el metro cuadrado. Esta última subastación se comenta que se promovió a favor de uno de los principales empresarios preferidos en los últimos diez años por los gobiernos perredistas: Luis Cano Hernández. Ahora, su primo Narciso, no queriéndose quedar atrás, emula a su pariente Leonel intentando rematar los terrenos de Punta Belcher, en Bahía Magdalena, del Municipio de Comondú. Tan es así, que el Cabildo de ese Ayuntamiento ya aprobó la venta de esos terrenos. Pero, adivino usted, esos terrenos se pretenden también "regalar" a poco más de diez pesos el metro cuadrado. En eso también se parecen los primos negados. Punta Belcher tiene alrededor de dos mil quinientas hectáreas y Narciso solicita la cantidad de poco mas de 2 millones seiscientos mil pesos por venderla (?). Y, volvió a adivinar usted, se dice que Luis Cano Hernández, el empresario cómodo, anda en la baraja de posibles compradores o por medio de interpósita persona. Baja California Sur ha sido noticia nacional en los últimos días. Primero por la detención del "Teo" hace poco más de una semana y, ahora, por la venta de terrenos cuyo valor en el mercado es mucho más elevado de lo que quiere el gobernador subastarlos. ¿Hasta cuándo la ciudadanía sudcaliforniana soportara los desplantes prepotentes, corruptos, nepóticos, altaneros y falta de transparencia en la acción de gobierno de esta familia? Al parecer no mucho. El juicio implacable del "monstruo de las mil cabezas" será letal y mortal por necesidad dentro de un año. Que sea por el bien de todos.

Esthela: en la ruta

Hemos comentado en este espacio el liderazgo indiscutible de Esthela Ponce entre los priistas sudcalifornianos, por lo menos en los últimos dos años. Antes de su arribo al Comité Directivo Estatal, francamente había un caos al interior del PRI. Más bien, había un abandono, un triste espectáculo de indiferencia en sus oficinas, casi siempre solas o cerradas. Solamente hay que recordar la pobre representación priista en las legislaturas que siguieron a 1999. Analfabetas funcionales como Fidel Cota Valle, burdos achichincles como un tal Redona, diputados sin coraje, sin amor a la camiseta roja, que cobardemente se doblaron ante Leonel Cota. Sin embargo, hubo diputados que honrosamente representaron en el Congreso una voz crítica y opositora como Patricia Ramírez y Francisco Martínez Mora. Pero independientemente de las composiciones de las sucesivas legislaturas con representaciones minoritarias del PRI, donde las cosas estaban realmente difíciles era en el Comité Directivo Estatal. Después del período estatutario de Miguel Vega Pérez, hubo un proceso electivo interno que “ganó” Juan Manuel Amador Origen. El otro aspirante a la dirigencia, Marco Antonio Núñez Rosas, un hombre de experiencia, con una carrera partidista respetable y sobre todo con una convicción priista a toda prueba, se quedó en el camino para dar paso a un engendro, un híbrido de la política que lo primero que hizo fue visitar al gobernador Narciso Agúndez para ponerse a sus órdenes. El CDE del PRI no solamente seguía desmembrado, con un dirigente solitario y un partido virtual en su computadora portátil, sino también dividido y absolutamente desorganizado. Tal vez ese era la misión de Juan Manuel y sus secuaces, pero no contaban que una mujer de mucho valor como Esthela Ponce aparecería en escena. Esta sudcaliforniana valiente asumió el riesgo de dejar una posición más importante y más cómoda para su carrera política (la Secretaría de Gestión Social del Comité Ejecutivo Nacional, muy cerca de Beatriz Paredes) por reto formidable para cualquiera que presuma de priista. Y vaya que le entró con ganas, cuando muchas “figuras priistas” del pasado reciente pretendieron ignorar su cruzada. Hubo desconfianza de algunos misóginos porque era mujer, o porque representaba a tal o cual grupo político al interior del PRI, pero cuando empezó en serio la reestructuración del partido en sus comités municipales, seccionales y estatal, todos dijeron que era en serio. Y no sólo se dio a la tarea de sumar a quienes se habían alejado, a los que se fueron y han reconocido que se equivocaron, sino que durante los 15 meses que estuvo al frente del PRI estatal, ejerció una crítica constante, sin concesiones, a la mala administración, a la corrupción y a la ineptitud del gobierno perrredista. De cierta manera lideró también los señalamientos públicos sobre diversos temas, entre las fuerzas políticas opositoras del Estado. Me parece que una vez llegado el tiempo, Esthela Ponce se habrá revelado como la mejor carta del PRI para la candidatura mayor. Por supuesto que en las actuales circunstancias tiene posibilidades, siempre y cuando no existan rupturas, porque Ángel Salvador Ceseña puede arrasar en Los cabos (la tercera es la vencida) y Antonio Manríquez, con el capital político que conserva, ser el bueno para La Paz. El CEN del PRI ya está haciendo un análisis respecto de las candidaturas convenientes en los dos municipios más poblados de Baja California Sur. Y si realmente están unidos, si verdaderamente quieren contribuir al regreso del PRI al palacio de cantera, deberán respetar los acuerdos. Un ejemplo de lo que debe pasar es el reciente caso de Chihuahua cuando postularon a un candidato de unidad. Un ejemplo de lo que no debe pasar es 1999. Los priistas tienen la palabra. De lo que no queda duda es que Esthela Ponce construye inteligentemente su candidatura, la cual seguramente tendrá todo el apoyo del Comité Ejecutivo Nacional.

Tintero

Como el PAN y el PRD andan "agarros de la mano" en alianzas para algunos Estados, es muy probable que el PRI realice alianzas electorales con el PT en Entidades que los rojos de Anaya consideren importantes. No dude usted de que estos dos partidos se unan para enfrentar juntos las elecciones locales de Zacatecas y Aguascalientes y con amplias posibilidades de triunfo. Es mucho más congruente con sus ideologías y con sus programas de acción, la alianza de los tricolores con los rojos que los amarillos con los azules... Se aprecia desde hoy que en el PRD local habrá algunas fisuras al determinarse la candidatura a la silla del Palacio de Cantera. Los grupos de "Los Barbaros del Norte" y "Los Finitos del Sur" serán los que intervengan para iniciar el principio del fin... Se espera la presencia de Beatriz Paredes y de Francisco Rojas en la zona de Los Cabos en los próximos días. El asunto de las posibles modificaciones a la Ley General de Pesca es un asunto muy serio que provoco la asistencia de estos dos personajes para calmar "las aguas". Se noto la mano inteligente de Esthela Ponce Beltrán... Hasta el martes. Dios los bendiga a todos.

Blanco & Negro


Como en el anuncio del Jetta, todos tienen una gubernatura en la cabeza. Detalles con Rosa Delia, Luis Armando, René Núñez...

Dicen que para juntar dinero y seguir repartiendo despensas por todo el estado, René Núñez hará un Penetón.

Los enemigos de Luis Armando Díaz van a promover una reforma electoral para que nadie pueda ser gobernador si mide menos de un metro.

Antes, en el DF para anunciar una boda se decía: fulano y fulana anuncian el próximo matrimonio de fulana y fulano. Ahora, de fulano y fulano.

Sigo muy preocupado. Leonel está muy calladito. Sabrá Dios que diablura estará maquinando. Dios nos agarre confesados.

Usted me dispensa pero, por una despensa, queda usted a expensas de cualquier política mensa. ¿O qué piensa?

Si Francisco Cardoza viviera, se moriría de vergüenza al saber que un salvadoreño pretende gobernar esta noble tierra.

Tanto sacrificio, tanto esfuerzo, tanta pasión, en defensa del civismo para que alguien como LAD intente siquiera ser gobernador.

Dice un amigo que si yo fuera indio tendría un raro nombre: ojo izquierdo de águila y ojo derecho de pollito.