10 jun 2009

Tumbando Caña



Hilario Osorio

¡QUE TIEMPOS AQUELLOS!

Mi querido y estimado Raúl, cuánto tiempo sin saber de nuestras existencias, ¿verdad?
Desde aquellos nostálgicos (e inolvidables) años en que nos lanzamos a la aventura de fundar en “El Puerto de Ilusión” ¡La Extra!, viéndonos las caras más tarde en aquel frustrado intento de salvar el viejo Diario de “El Chapo” Elías que vino a dar a manos de empresarios ignorantes. Desde entonces no sabíamos el paradero de tus acerados huesos, que esperamos sigan estando tan duros como siempre.
Manteníamos pues, extraviada la brújula con la raza sudcaliforniana, especialmente la paceña, que tanto significa en nuestras vidas.
Lo recuerdo como si fuera ayer.
Sobre todo aquellas “hermosas” (y tan prolongadas) hambreadas que nos aventamos en tierras guaycuras, en aras en sacar adelante tu visionario proyecto.
Así es la vida, ¿qué le vamos hacer?
Pero aquí nos tienen de nuevo, ahora más modernizados, tundiéndole al teclado “Compaq” de la Windows Vista Home, en vez de las históricas “Olivetti”, “Remington” y Olympia, que entre otras, descansen en paz, después de sus extraordinarios servicios brindados a la causa.
Y, bueno, pues, a ver si de este otro hachazo cae el árbol.
¿No crees?


LOS ELEFANTITOS QUE SE COLUMPIABAN
A lo que te truje, pues, Chencha:
No se si lo conozcan, pero un amigo nuestro, el doctor Deut Hallal, (no vayan a suponer que es libanés y mucho menos que se trata de algún pariente de los “Camellos” de Los Mochis, o ya de perdida del tristemente célebre Husseim) nos expresaba hace unos días sus dudas sobre el “fantasma” de la influenza porcina (que ahora han cambiado de nombre quitándole el nombre de los cochis), que recorre desde los países más desarrollados hasta los tercermundistas, encabezados por México, desde luego.
En algo teníamos que destacar.
Aunque el tema ya está más trillado que “La canción de un preso” tiene que seguir adelante por el terrorismo oficial que implica.
Según nos cuenta el galeno, y estamos de acuerdo con él, que los que traen entre manos el rollo ese, tanto a nivel federal, como estatal y municipal, no han podido demostrar con el rigor científico que el caso amerita, los “estragos” de la epidemia a la cual ya han elevado al rango de pandemia.
Se han venido dando la enredada de sus vidas.
Simplemente los datos no han checado.
Para muchos de nuestros perspicaces analistas, desde el presidente Calderón y sus principales achichincles para abajo, ya no hallan ni qué hacer, ni qué decir, mucho menos a qué santo encomendarse, para seguir adelante en sus planes de continuar tapando sus ineptitudes con el petate de este fenómeno, el cual, reconocen que los ha agarrado como al “Tigre” de Santa Julia y se encuentran como el cuento de los elefantitos aquellos “que se columpiaban en la tela de una araña”.
“De los ciento cuarenta y nueve casos que tenían ya nomás les quedan unos”, nos dice Deut tras sonora carcajada.
Y, ni esos poquitos casos de las cifras reducidas, han podido ser comprobados como víctimas de la mencionada influenza mediante actas de defunción en mano.

COMO ANILLO AL DEDO
Para muchos incrédulos sea cierta o falsa la alarma les ha venido a caer como anillo al dedo para encubrir el “desmother” y el enorme atraso en que han sumido a nuestro país a causa de su ineptitud y la acelerada y cada vez más creciente corrupción tan aferrada a lo largo y ancho de la república mexicana, precisamente por encargo y cortesía de los salvadores de la patria…. Ahh!, y ya en plena carrera del engaño, seguir enriqueciéndose mediante la multimillonaria venta de cuantos productos farmacéuticos sean posibles, como los antigripales, que en todo caso no les servirían ni para el arranque a la susodicha influenza porcina, los tapabocas y las mascarillas, que ante la sicosis del bioterrorismo oficial, se han agotado varias veces en nuestro “ético” mercado nacional donde los precios se dispararon hasta la estratósfera ante la criminal complacencia de las autoridades competentes, como las sanitarias que, como todos creemos, son las principales obligadas a velar también por la salud de la economía familiar, ¿no creen ustedes?


A LA CARGA
Y como para no variar, algunos de nuestros flamantes candidatos a diputado federal, han aprovechado la recta y se han ido como “porcinos” al excremento, convirtiendo el tema de la salud como su principal arma de su campaña repartiendo tapabocas que seguramente tuvieron que conseguir de contrabando por su inexistencia en el mercado regional.
El caso es que mientras indagamos que tan cierta o falsa sea la epidemia, salimos disparados en busca de algún tapaboca, o ya de perdida, los antigripales del IMSS.

ESOS SALINAS
Otra novedad es el mitotón que se acaba de aventar Miguel De la Madrid Hurtado, pero que luego, luego, como todo buen “hombrón”, se rajó. Primero dijo que ahora sí tenía elementos de juicio para asegurar que su colega y ahijado político, el expresidentes Carlos Salinas de Gortari, había resultado un rata “con todas las de la ley”, que su cuantiosa fortuna procedía directamente de las llamadas “partidas secretas” que salen directamente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que, por si eso fuese poco, sus queridos hermanitos, Raulito y Enriquito, habían estado metidos hasta al cuello en el narcotráfico. Prueba de ello, añade, son los millones de dólares que les encontraron depositados en Suiza.
Y, ya encarrerado (y encorajinado), al borde del llanto, en un aparente acto de constricción y/o lavado de conciencia, desde la cama en que supuestamente se encuentra postrado, DLMH metió a la grabadora de la locutora radiofónica y de TV, Carmen Arí$tegui, que se estaba sumamente decepcionado y arrepentido de haberlo “recomendado” en su momento para que CSG, fue se el guía de la república mexicana del ’88 al 94, que culminó precisamente en aquella otra “decena trágica” de los horrores de diciembre ( y los de enero, febrero…)
Más tardó en ver divulgada su entrevista (extrañamente con mes y medio de retraso) que en rajarse… ¿qué esperaban de alguien que dicen se ha maquillado y vestido de mujer y que además uno de sus hijos, no se sabe si Rafael o Francisco, (el que supuestamente firma la carta de la rajada) ganó un certamen de bellaza gay celebrado en Guadalajara, Jalisco, en pleno sexenio de aquella famosa “revolución moral”.
Aunque ya mi estimado Raúl (nada que ver con el otro) y los demás expertos colaboradores de este medio, sabrán indagar a fondo este asunto que, como en los casos Colosio, Posadas y otros más, los únicos que no saben nada son precisamente los encargados de investigarlos.
¿No creen ustedes?

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