22 jun 2009

Blanco y Negro



Pepe Sández y yo nos fuimos de parranda a Las Varitas. Nos informaron que ese no era el asilo de San Vicente de Paúl y que, además era la hora en que se tomaba la presión.

Soy Contreras. Cuando asisto a eventos del PRI, me visto de azul, el color panista. Y cuando voy a los del PAN, me pongo camisa roja. Como decía el español: por joder.

Félix Mario Higuera llego tarde a la reunión con las estructuras, el sábado. Dicen que andaba vendiendo unas tierritas a Luís Cano en La Purísima.

Ni me pregunte por Martín Inzunza ni por Juan Manuel Amador. Andan en el Edomex “ayudando” en la precampaña de Enrique Peña Nieto.

Con semejantes destroyers, ya estuvo que perdió la candidatura el pobre de Peña Nieto. Esos amigos, lo que pisan o tocan, lo echan a perder. Tienen manos de estomago.

¿Se ha fijado? A Narciso le gusta tener cosas pequeñas a su alrededor. El chofer original, a su secretario general y el cerebro.

Les debo el nombre pero le dicen “el filosofo de Los Planes”. En un discurso dijo: “que bueno que vinieron. Si no hubieran venido, no estaríamos aquí”.

Cuentan que el Peje vino a chequeo medico al Centro Psiquiátrico de Chametla. Pero que lo desahuciaron y que por eso se regreso a Ixtapalapa. Pobre.


Algunos políticos en campaña ya le dieron tres vueltas al velocímetro de su vida. Bueno, de subida y de bajada. Algunos para nada. El Puchas, por ejemplo.

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