28 abr 2009

Blanco y Negro


Dicen los muleginos que su presidente municipal debía ser acuacultor. Le encanta el cultivo de la hueva. En pocas palabras, es muuuuy flojo.

Es tan flojo que ni en San Ignacio lo quieren. Cuentan los regidores del PRI que Murillo nomás se la pasa pensando en el catre y hamaca.

Charlan dos marranitos sudcalifornianos.
— Hay que inventar algo más serio. Nos siguen comiendo.
— Si, pues que gente tan cochi.

Todavía se recuerda cuando en campaña, Yuan Yee de Loreto despreció un sabroso taco de fríjol a un humilde campesino porque prefiere aló.

En Comondú, la familia real tiene obsesión por los carros caros. Entre el alcalde, su esposa y su hijo traen rodando casi 2 millones de pesos en vehículos muy finos.

Eso sí, a veces no tienen ni para pagar la nómina. Y si siguen así, van a tener que pedir un préstamo al Banco Interamericano de Desarrollo. Qué simples.

Rosa Delia, en La Paz, no ha podido con el paquete. Pero sigue pensando en que puede ser gobernadora del estado. Ni de los Leones. Y menos de los Rotarios.

Lo que aconsejaba la prudencia y deseaba el pueblo, lo consiguió la cochi gripa: que Rosa Delia no juntara 5 mil gentes en su informe.

Y en Los Cabos Pené Núñez, es el mandadero del Tony Agúndez, que es el verdadero alcalde. Qué bonita familia.

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