15 abr 2009

Blanco y Negro


Un interesantísimo pacto comercial firmó nuestro querido gobernador, Narciso Agundez, con la China milenaria. Se abre un inmenso mercado para los productos sudcas.

De Todos Santos exportaremos chimangos, empanadas de cajeta, panocha, melcocha, ostiones, este último muy útiles en la reproducción humana. (Al cabo que los Chinos son muy pocos)

Podremos exportar mano de obra barata. Cesar Uzcanga puede contratar a sus paisanos para terminar de invadir el Tibet y de una vez por todas sacar correr al Dalai Lama.

Podremos mandarle a Luis Armando Díaz para que les haga un manual sobre técnicas de la Mara Salvatrucha, para entrenar a las mafias de Pekín.


De San Ignacio podemos enviarles ronquidos embotellados para quienes tenga insomnio, en reciprocidad por el producto Chino para dormir Dalay!!

De la región de Comondú podremos exportar queso de chiva, dátiles y polvitos mágicos de Ciudad Constitución y mucho macho cabrío y hasta políticos.

De El Mogote podemos mandarles Manglares cortados por Luis Cano suficientes para hacer casitas en el mar, muy utilizadas en Shangai.

También de El Mogote les podremos mandar ciruelas para que los visitantes se queden a vivir en China y no anden chinando gente en el resto del mundo.

Y finalmente podremos exportar a Yuan Yee, el alcalde loretano, como embajador plenipotenciario y vitalicio. Es decir, que se queden con el para mejorar la raza amarilla.

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