Blanco y Negro

Hay periódicos tan malos, pero tan malos, que no sirven para defender el pueblo pero si para cuestiones practicas. Matar moscas, por ejemplo.

Un periódico por muy malo que sea, resulta muy útil en la casa. Para educar al perro, por ejemplo. Un golpe en el hocico, resulta aleccionador.

Sirve también, para limpiar los cristales de la casa y del automóvil, madurar fruta, recoger la basura.

A los expendios de cerveza les resulta muy útil para envolver caguamas, hacer cucuruchos para los cacahuates.

Y para hacer piñatas, a los niños los divierten mucho cuando papi les hace un barquito de papel o un sombrerito tipo Napoleón.

A las madres de familia les ayuda para recortar letras, fotografías y hacer las tareas escolares.

A los secuestradores, timadores y chantajistas, para recortar letras y mandar recados intimidatorios para obtener algún dinerito.

A los empleados y dueños de las ferreterías, un periódico resulta indispensable para despachar clavos, por ejemplo.

Para todo esto sirve un mal periódico. Entiéndase por mal periódico aquel que solo refleja loas, flores, halagos y aplausos para la autoridad.