16 dic 2008

Blanco y Negro

El pueblo bautizo a Rosa Delia como la grinch, el personaje que hizo famoso en el cine Jim Carrey porque se robó la navidad, con el aumento a las tarifas del transporte publico.

Manuel Salgado, nada menso, prefirió convertirse de un feroz mastín en un manso corderito que come verde pastura en el rancho San Juan, junto con Josefina Cota.

Manuel se parece a la chimoltrufia, el personaje del Chavo del ocho, que como dice una cosa dice otra. Oh la bendita política mexicana.

Los antepasados del Procurador, Fernando Gonzáles Rubio, ha de ser heredero de los fariseos de Poncio Pilatos, que torturaron al Señor, cuando lo llevaban al Gólgota.

Entre Rosa Delia y su cuñado, el procurador, poco a poco nos conducen, cruz al hombro, al calvario. Como dice la canción: ya lo pagaran con Dios.

Las empresas Crests, Colgate-palmolibe y Frescara, se disputan a Leonel y a Narciso para sus próximos comerciales, por la sonriente foto que se publico en un diario local.


Las neuronas cerebrales de los Padres de la Patria (chica, claro) ósea nuestros amados diputados, entraran en receso hasta marzo del 2009, para reponerse de la fatiga del primer año legislativo.

Al menos ya sabemos que Adrián Chávez, el brillante líder perredista, leyó los clásicos. Cuando le preguntan algo, de lo que no quiere opinar, dice como Sócrates: yo sólo sé que no sé nada.


Esta tan perdida, tan atrofiada, tan pervertida la política que ya nadie quiere ir a Las Posadas. Sobre todo a las que invitan ciertos políticos que filmaron algunas escenas pornográficas categoría tres equis.

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