Pues con la novedad de que, con eso de que todo vende, dicen que Narciso ya anda queriendo vender los panteones… con todo y huesos.
Sucedió en la Universidad. La maestra de ceremonias le dijo Narciso Castro al gobernador y confundió a Arturo de la Rosa con Armando Cota.
Mientras no le diga a Jesús Castro Agúndez, Narciso Agúndez Montaño, todo estará bien. Y eso que es doctora.
Como México no hay dos. Ahora resulta que Fernández Noroña les pidió prudencia a los diputados del PRI. Qué cosas tiene la vida.
Con que no se le ocurra pedirle cordura a ese chivo en cristalería que es nuestro amado y querido Víctor Castro. Sería el colmo.
¿Qué hacia un lobo azul (Juan Manuel García de Jesús) en el Rancho San Juan, entre tanto coyote amarillo?
Anda preguntando Felipe Calderón qué hacer para que Martin Esparza ya no siga “esparciendo” tanto odio y rencor.
Puerto Rico perderá relaciones con México porque a Narciso se le ocurrió apostar, en Las Vegas, a favor de Pacquiao, de Filipinas.
Lo hizo para nivelar el bolsillo y reponer las participaciones federales que le quito Calderón para pagar al Jodissste.
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