28 sept 2009

Blanco y Negro


“Los predicadores del desierto” no son una nueva secta religiosa. Son Esthela y Coppola predicando en el Valle de Santo Domingo. (Nadie les hace caso).

Dicen que el Tony Agúndez canta, alegremente, “… allá en la fuente había un chorrito…” mientras instala tomas clandestinas a los neo-perredistas.

Pené Núñez le canta a Luis Armando Díaz, cuando vio las deudas “… tal vez sería mejor que no volvieras. Tal vez sería mejor que me olvidaras…”.

Antonio Manríquez y Leonel Cota cantan: “… caminemos, tal vez nos veremos después (a los ojos)…”.

Y a propósito de románticos, Narciso le canta a Luis Armando: “… yo concluyo, que el motivo mejor para mi, eres tu…”.

A Juanito del DF le paso lo que al Zurdo Ceguedo, del Valle, cuando vio el reparto de posiciones políticas a dirigentes de sectores.

“Yo tamén quero deso” dicen que dijo el Zurdo. Y a Juanito se le despertó la ambición cuando vio que Iztapalapa tiene un presupuesto de 3,700 millones.

Cuando Narciso intento “reconquistar” a Francisco Obregón, dicen que éste le canto: “… que la chancla que yo tiro no la vuelvo a levantar…”

NAM instruyo a LAD, que por ningún motivo, contraten a Los Invasores de Nuevo León. Ya lo invadió la intranquilidad. Lo investiga el Gobierno Federal.

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