8 jul 2009

Blanco y Negro


De pronto, a Calderón le entro el amor por el PRI y los tricolores. Les pide paz y colaboración. Y después de derramar amor se fue a Roma (amor al revés).

Y el que también anda muy amoroso es Narciso. Según Mitofvsky hay un idilio entre el gobernador y el pueblo. Es el bienamado. Es amador. Es amón.


El escudo oficial del estado va a cambiar los pececitos por mapaches. Gracias a estos animalitos el PRD pudo ganar en el distrito 02.

Cuando supo que “Las Goteras” (banda de asesinas a base de gotas) andan matando chaparritos en el DF, la Parkita Díaz (LAD) mando impermeabilizar su casa.

Pues Bello Sosa va a tener que buscar un buen abogado para ampararse en contra de los magistrados que en pleno, de plano, lo corrieron de su chamba.

Como se quedo sin trabajo Germencito Martínez, le pidió nueva chamba al presidente del empleo. O sea Calderón, que lo mando al Partido del Trabajo.

Qué bueno que renuncio Germencito. Si hubiera seguido al frente del PAN nacional, este partido hubiera perdido su registro.

Uta, mano. El pobre Pucha casi se convierte en jugador brasileño de apellido maloliente (kaká). En las elecciones pasadas lo hicieron kaká sin acento.

Esteban Ojeda escribe un manual sobre el triunfo al revés. De cómo pasar de kurdo, a zurdo (izquierdoso), a burdo (corriente) a absurdo (suato).

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