Son tan jovencitos los candidatos del PRI a diputado federal, que solamente entre dos, tienen más de 120 años. Y eso que presumen de “caras nuevas”.
Son tan jóvenes que en 1920, Félix Mario y Ángel Salvador fueron los promotores de la primera elección democrática de Agustín Arriola.
Madres de familia y dirigentes de colonias populares ya no quieren que sus hijos sean vacunados por “el primer damo del DIF en La Paz”, Javier Gonzáles Rubio.
Le tiembla tanto la mano que la vacuna, en lugar de caer en la boquita de los niños, en muchas ocasiones les cae en los ojos.
Con la incorporación de Juan Antonio Flores, el Panal se sigue convirtiendo en el patio trasero del PRD. Sigue acumulando los desechos amarillentos.
Leonel Cota canta, agarrado de la mano de Víctor Guluarte el inmortal tango de Gardel: “volver, con la frente marchita, las nieves del tiempo, blanquearon mi sien”.
Y Guluarte, a su vez, canta, emocionado: “podrás darle vuelta al mundo y lograr otros amores, pero que suerte la mía, de haber sido el primero…”.
A Calderón, como en Egipto, le cayeron encima las 7 plagas: crisis económica, crisis sanitaria, devaluación, pérdida del empleo, y hasta temblores. Pobre.
Dice nuestro gober que no hay crisis. Y es cierto. No le falta el cheque, tiene gasolina, carro del año, un buen sueldo. Así, cualquiera.
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