27 mar 2009

Blanco y Negro

El operativo del cuarto informe llevó el original nombre de Pinocho. Se oyeron voces de, por ejemplo, pinocho uno para pinocho dos: que pinocho tres y cuatro vigilen los camiones de Sonora y Sinaloa.

Cruel y despiadada la doctora que reviso mi ojo derecho fue clara y precisa: lo mejor para estos casos es la resina. La resignación, amigo. Pero aquí seguimos.

Como aquí no hay petróleo pero abunda la panocha, en lugar de una refinería el gober propuso a Calderón se instale un trapiche en Santa Anita. El ambicioso, le dicen.

La presencia de camiones con gente de Sonora y Sinaloa simboliza el deseo de Narciso de gobernar también la tierra de los once ríos y del venado. Apenas puede aquí, el pobre.

No puedo dejar de comparar a la doñita Hilaria Clinton con nuestra bella y brillante alcaldesa. Pobrecita la gringa. No le llega ni a los talones a rosa Delia.

Hasta llegó a pensar Rosa Delia en ofrecerle el DIF municipal a la que fue primera dama de los Estados Unidos. Pero se arrepintió. A la mejor no puede con el paquete.

Les voy a confesar que me sobornaron para que no estuviera en el informe. Me dieron gastos para ir a Europa pero me fui a Uruapan. El resto lo guarde para cuando este viejito. Ósea, la semana que viene.

El Pucha tiene, en su historial académico, un nuevo doctorado. Es pobretólogo. Estudio de los pobres para explotarlos y sacarles todo el jugo electoral que sea posible.

Nos no vayan a salir conque el arreglo de las banquetas lo este haciendo algún funcionario del gobierno estatal o municipal. Ya corren rumores en ese sentido. ¿Quién se dará un banquetazo con esa lanita?

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